lunes, 10 de diciembre de 2007

Ricardo Serna G-- Mi maestro: el amor







Mi maestro: el amor

Desde la avenida de la quietud
sobre el sueño sin color
se prende sus aguas dejando
la vida sin desabrochar
y el funeral débil telaraña. Sueño corre
de la losa de la noche en carretas
con traje de fiesta
dejando al descubierto el eco
que persiste labrando las palabras
del encuentro.
Transita quitándose la inocencia perpleja, mueren
los dominios que amarran los silencios,
los vestidos del olvido y
las tardes de tormenta.
De nuevo con manjares propicios
en la frontera del no retorno,
y con diligencia y sabio diálogo
dos lecciones con vientos de rosa y espina
se beben en la sombra
con hielo derretido
el licor de la vida. Sueño corre.
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Ricardo Serna G


Verónica Gutiérrez Sol negro




Profanan la castidad de la noche,
epidermis censuradas, altivas
entregadas al parpadeo estéril
de las estelas ya sin llama.

Se penetran ombligos con lenguas,
tiempo sobre tiempo procrean,
nacen flores, suspiros, esperas;
en la cuna de la pluma, los verbos.

La hoja en blanco mece las letras,
el cielo se torna ciego, sordo
y el sol ahora tan sólo es negro,
la luna se ha sumergido en un cometa.

Los pensamientos impuros anidan
en las líneas no escritas, no formadas,
y se cuelgan de los pechos del alma,
del sustantivo intento que se plasma.

El arrabal pasional es sobrante,
si en el cuerpo del girasol se baila
un tango de lujuria llamado verso,
vértebra fina de una espuma fusionada


Guadalupe Cisneros-Villa Por si arriendas la Luna;





Por si arriendas la Luna;
calzará el vate sus pies de lodo,
los fundirá en la boca de un cometa,
para que se conviertan en barro.

Cubrirá de tafetanes sus querellas,
de vestimentas litúrgicas sus temores.
Enrizará su pelo con huracanes
acomodándolos en céfiros solanos,
antes de salir por las calles.

Llevará en su bolsillo, sólo, cinco estrellas.
Si le permite el tiempo escribirá tres décimas,
sobre la escalera que asciende a la colina.

Tomará dos árboles cupresáceos de la necrópolis
para adornar sus ojeras.
Reposará su cabeza sobre las cenizas escorias
de pájaros rojos teñidos de blanco.

Entonces llegará el tártaro en un buitre, dejado,
seguramente para mamar su ombligo.


Marcela Velez-DECIFRANDO JEROGLÍFICOS







En un papiro
grabaré estas horas que no volverán
sobre las flores en movimiento del Nilo

poco a poco
se vislumbra el misterio
de las piedras talladas en el alma,

Despierta Gizhé
vuelve a tragar el sol
desde el halcón de tus sueños,

tu rostro de roca
oculta un corazón
que vence el paso de los años,


¿qué esconden las pupilas de tu templo?

Abre sus puertas que tienen alas